Notas convertidas en emociones, 84 toques de guerra, disciplina, templanza, devoción patria y voluntad reúnen los 21 fundadores y los más de 40 estudiantes, quienes conforman la Banda de Guerra «Lechuzas» de la Facultad de Derecho y Criminología.
Por Luis Salazar
Fotos: Daniel Zamora
En la Segunda Guerra Mundial los alemanes sabían de la parte neuronal que removían los toques bélicos de su banda de guerra en las tropas. En realidad, las notas y los toques de guerra pueden emerger cualquier emoción humana.
En tiempos de paz, una banda de guerra va más allá de alentar a las tropas. También es una cuestión de modular decibeles, de generar reacciones bioquímicas a través de frecuencias o buscar con movimientos psicomotrices marchas, producir emociones.
Esto lo sabe bien Eduardo Tierrablanca instructor de la Banda de Guerra “Lechuzas” de la Facultad de Derecho y Criminología, quien compartió algunos toques de guerra y marchas para que la comunidad universitaria conozca a su ensamble.
La banda se creó hace más de tres años y 21 estudiantes son los miembros fundadores. Hoy en día cuenta con 40 ejecutantes.
“Buscamos rescatar que se siga incentivando la disciplina. Pero si la disciplina es importante; lo es más la integración del ser. La solemnidad enaltece los actos. Es un afecto tanto externo como interno”, resume el director de la banda militar y catedrático de la facultad.
Desde los seis años de edad Tierrablanca formó parte de una banda de guerra. A los 18 años, se especializó como instructor cuando pertenecía al Cuerpo de Guardias Presidenciales (CGP) del Gobierno Mexicano y donde ganó concursos nacionales.
“Una banda de guerra es importante por la imitación y el impacto visual. Y tener un ejemplo con alumnos le da una formalidad a una ceremonia e incentiva más los actos. En automático, el personal se inserta al lineamiento”, explicó.
A pocos pasos de la entrada de la facultad y en un día de enero donde el termómetro marcaba cero grados centígrados, el instructor formó a su banda para llevar una marcha redoblada de 120 pasos por minuto e interpretar tres toques de guerra en la demostración.
“Ellos están capacitados para no sentir frío y vencerse a sí mismos. Ellos trabajan sus afecciones. Hay experimentos que comprueban que ciertos tonos y frecuencias pueden mover las estructuras fisiológicas”, advirtió con batuta en mano.
La ordenanza está compuesta por 84 toques reglamentarios y cada uno tiene una finalidad. La botonadura de sus uniformes también es importante. Está compuesta por la flama de la verdad; las dos puntas de las espadas representan la justicia y unidas representan la victoria. La escuadra hacia arriba significa que son profesionistas. Las alas hacia abajo representan la fuerza, y la dirección de la lechuza representa la justicia, lealtad y servicio.
Ellos han tocado junto a la Banda de la Séptima Zona Militar de Nuevo León. El próximo 20 de noviembre participarán en la ceremonia cívico militar del Zócalo capitalino.
Tierrablanca invita a todos los estudiantes universitarios a sumarse. Destaca que no es necesario saber tocar las cajas o cornetas, y aclaró que los días de ensayo los ponen, en consenso, los propios estudiantes.
Miembros fundadores
- Sara Elizabeth Nevárez Robles
- Raúl Francisco Martínez Silva
- Yosdel Alazraki Ornelas Carrillo
- Luis Manuel Morales
- Yareli Berenice Díaz Cano
- Debanhi Esther Ríos Hernández
- Linda Kassandra Aguilar Rangel
- Wendy Elizabeth Barriga Moreno
- Alondra Álvarez Hernández
- Orlando Alberto Villanueva Coronado
- Luis Daniel Morales Becerra
- Samuel García Mata
- Cinthia Jazmín González Méndez
- Gustavo Escamilla Flores
- Santiago Román López Torres
- Luis Manuel Marín Hernández
- Priscylla Berenice Luna Roldán
- Alán Moisés López
- Gerardo Miguel García Castillo
- Karla Daniela Alvarado García
- Brayan Alejandro García García