Al presentar el libro Reinserción social. Entre urgencias penitenciarias y normatividad jurídica, coordinado por la investigadora Patricia Cerda Pérez, el diputado federal Waldo Fernández anunció que este estudio será la base para un proyecto de ley federal.
Por Luis Salazar
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Único en su tipo en México, el libro Reinserción social. Entre urgencias penitenciarias y normatividad jurídica, que presentó la investigadora Patricia Cerda Pérez, será el estudio base en la argumentación de un proyecto de ley en el Congreso de la Unión.
Esto lo anunció el diputado federal Waldo Fernández, miembro de la Comisión de Seguridad en el Congreso de la Unión y principal promotor del estudio. La doctora Cerda Pérez coordinó la publicación junto a un equipo de psiquiatras y estudiantes de posgrado.
El material se presentó el 29 de septiembre en el Colegio Civil Centro Cultural Universitario.
El estudio se basó en el Centro de Reinserción Social, Apodaca, y es una investigación para analizar la nueva normativa vigente penitenciaria de 2016, la realidad que se vive dentro del penal y el tema de la reinserción social.
Se realizaron entrevistas a 312 internos y 27 miembros del personal administrativo del centro penitenciario. Además del equipo de psiquiatras, participaron en la obra 12 doctorandos y un par de maestrandos de la facultad.
“El libro establece una serie de recomendaciones en el ámbito de la seguridad, la educación y la salud, que son urgencias para estas personas que son privadas de su libertad”, aclaró la investigadora autora de 67 artículos y 17 libros sobre diversos temas de violencia.
Dentro del sistema mexicano, los estudios indican que en las cárceles cuatro de cada 10 internos ganan 300 pesos mensuales por su trabajo.
“Hay una situación crítica en materia de seguridad y de derechos laborales, porque después de trabajar 15 o 20 años no tienen antigüedad, retiro o ahorro”, planteó Cerda Pérez.
En la reforma penal de 2016 sobre los centros penitenciarios también hubo cambios en la denominación de este problema. Antes se hablaba de readaptación social, pero ahora el concepto adecuado es la reinserción social.
“El trabajo penitenciario tiene que estar enfocado a lograr que la persona tenga los elementos necesarios en materia de educación, trabajo, valores, salud para que, al salir de ahí, evitemos el tema de la reincidencia delictiva”, esgrimió la investigadora.
La doctora aclaró que una de las cosas que pide el estudio es que la ciudadanía y los tres poderes de gobierno volteen a ver el déficit de seguridad y varias problemáticas más que existen en los centros penitenciarios de México.
“Detectamos que hay un 57 por ciento de internos que traen trastornos depresivos. Ellos denuncian desde abusos sexuales, robos, problemas con las drogas. Y no es que sea una novedad, en todos los penales del mundo lo hay, pero esto impacta el fenómeno depresivo”, apuntó.
El diputado independiente Ángel Barroso declaró que también a nivel local presentarán una reforma de ley sobre la base de este estudio.