Hola compañeros lectores, mi nombre es Diego Alejandro Cabrera Castillo, soy de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia, tengo 20 años y curso el 6to Semestre y aquí les contaré un día de mi vida en mi alma mater, la UANL.
Todo comienza a las 5:00 am cuando tomo el camión. Vengo desde Apodaca y me bajo en Sendero; es el único camión que me deja, el 221 para ser precisos.
Camino rápido hacia el Tigrebús, veo a la gente corriendo y comprando tortas de huevo o de jamón de las vendedoras ambulantes; o que compran audífonos baratos de 20 pesos, de esos que con el tiempo (y a tiempo me refiero a cinco minutos que les duran) dejan de funcionar. Más adelante llego a la estación Sendero y como a 20 metros más está el Tigrebús.
Bajo del Tigrebús enfrente de la biblioteca. Los alumnos se dispersan a sus respectivas facultades, que es Veterinaria, y Agronomía (muy buenos choripanes que hacen ahí, por cierto).
Caminando hacia mi hermosa facultad se pueden ver los patos y pavorreales y algunos pequeños guajolotes que buscan comida entre el pasto. Entro a la recepción y voy a mi primera clase que es Acuacultura, donde nos explican cómo cultivar peces para su comercio y para fomentar su conservación cultivando peces nativos de México.
Al salir de la primera clase, si queda tiempo de sobra, nos ponemos de acuerdo mis amigos y yo para ver si queremos ir a comer unos molletes de la cafetería o chilaquiles de la ‘’Doña Pelos’’(es de cariño) o unos tacos ‘’montu’’.
Después de desayunar, llegamos a la segunda clase que es Patología Clínica. Vemos todo lo que hay que saber sobre cómo hacer un examen físico, biometrías, problemas en hígado, riñón, consecuencias que pueden pasar si deja de funcionar un órgano, etc… A mí la verdad me interesa más laboratorio e investigación, que la clínica.
Después de esa clase, se termina con Metodología Científica, que nos enseñan cómo plantearnos una hipótesis y cómo buscar entre los artículos científicos para empezar una investigación, basándonos en los mismos.
Al finalizar, me organizo para ver qué reportes de Fisiología de la Reproducción tengo que entregar o cuál va a ser nuestra siguiente práctica, ya sea en Marín, General Bravo y Linares. A veces saliendo de la facultad, nos organizamos para hacer carne asada o salir a Morelos.
La verdad esta experiencia que estoy viviendo con mi facultad me ha resultado muy padre y emocionante. Lo que me encanta de mi facultad es que los doctores son muy atentos, te aclaran cualquier duda y te llevas muy bien con todos. El ambiente con los compañeros no tiene comparación. Nunca me arrepentí de haber elegido esta carrera. Yo sé que nací para ser médico veterinario.