Disertan sobre trasfondo de las políticas de excepcionalidad
Con motivo del aniversario de la ciudad de Monterrey, tres intelectuales se dieron cita en el Colegio Civil para reflexionar sobre el regionalismo de la sociedad regiomontana.
Las narrativas de excepcionalidad construyen identidades, pues son las historias que nos contamos a nosotros mismos para ver quiénes somos, reflexionó el antropólogo Aarón López Feldman dentro del conversatorio “Identidad y alteridades: reflexiones sobre la excepcionalidad regiomontana”, llevado a cabo el 19 de septiembre en el Colegio Civil Centro Cultural Universitario.
El evento fue organizado por la Secretaría de Cultura de la Universidad Autónoma de Nuevo León en coordinación con la Capilla Alfonsina Biblioteca Universitaria y contó con la participación de Lylia Palacios Hernández y César Morado Macías, quienes, junto a López Feldman, disertaron sobre la presencia de estas narrativas de alteridad, su trasfondo y sus alcances previo al aniversario 427 de la Sultana del Norte.
En su libro Re-Sentimientos de la nación. Separatismo y regionalismo en Monterrey, ganador del Premio del Museo de Historia en 2020, López Feldman señala que para que exista una idea de excepcionalidad primero debe construirse al otro, a lo que Palacios Hernández, al percatarse de la presencia de estudiantes de la Escuela Industrial y Preparatoria Técnica “Álvaro Obregón”, apuntó lo siguiente:

Lo mejor que podemos dejar de herencia a nuestros universitarios es la reflexión sobre cuál es la grandeza de Monterrey. La supuesta excepcionalidad nos hizo los grandes individualistas, los grandes discriminadores, a través de un discurso que de tanto repetirse terminamos creyéndolo. Un discurso en el que todos nos sintiéramos incluidos cuya ruta es el trabajo. La excepcionalidad es un mito tan perfectamente construido que se sigue recreando”.
La excepcionalidad de Monterrey
Los investigadores reflexionaron sobre el origen de la supuesta excepcionalidad de Monterrey, por lo que Morado Macías señaló la importancia que tienen las identidades en la actualidad.

Está bien festejar por el aniversario, pero hay que analizar el discurso de la excepcionalidad. El tema de las identidades es el gran tema del siglo XXI. Antes el Estado nos aportaba la identidad, ahora parece que cada quien puede escoger su identidad".
“Y esto no solo sucede en Nuevo León, sino que es un tema mundial. Podemos ver el caso de Colombia, cuyo presidente acaba de decir en una cumbre de naciones que tienen la ciudad de la belleza”, comentó el también historiador.
Para López Feldman, estas narrativas de excepcionalidad regiomontana están fundamentadas en lo masculino, blanco, heterosexual empresarial y su peligro radica en que construyen discursos de odio.
“La historia de la excepcionalidad regiomontana es de actores concretos que buscan soluciones individuales. Es una narrativa que pone a la empresa oponiéndose al Estado y causa la neutralización de la relación obrero-empresario”, apuntó.

El regiomontano se considera un mestizo fronterizo distinto al del centro, es decir, distinto en su adscripción identitaria. Esto genera prácticas violentas como apodar ‘chirigüillos’ a los oriundos de San Luis Potosí”.
López Feldman, quien actualmente se encuentra realizando una estancia posdoctoral en el CIESAS-Noreste, agregó que “este tipo de narrativas siempre han estado presentes en el mundo y hoy se están actualizando, mutando”.
Conocer es no excederse
Palacios Hernández señaló algunos de los antecedentes que permitieron a las grandes familias volverse acaudaladas, poderosas e influyentes sobre la sociedad regiomontana.
“Este es un discurso que aísla, buscar rivales a vencer para competir, pero nos empobrece como sociedad. Tenemos a ese mítico hombre industrioso capaz de enfrentarse a todo, matar indígenas, saquear, hacer contrabando. No nos volvemos ricos ahorrando, nos volvemos ricos trabajando más para ese patrón paternalista que, mientras el trabajador se porte bien, le hará algunos mimos como la vivienda y salud, pero si se porta mal, puede correrlo del trabajo, pues para que un discurso mantenga su fuerza tiene que tener su contraparte de realidad”.

Morado Macías enfatizó que las narrativas de excepcionalidad están más vigentes que nunca, pues los regionalismos son muy rentables, sobre todo en la derecha, por lo que nos encontramos en un momento en que se están exacerbando.
Palacios Hernández recordó que Monterrey es una ciudad de migrantes, sin embargo, se ha logrado construir una narrativa tan poderosa que el solo hecho de nacer en Monterrey aporta atributos.
El principal peligro de estas narrativas es que nos aíslan y entonces buscamos a quién echarle la culpa. ¿Soy mejor? ¿Frente a quién y para quién? Socialmente no hemos logrado crecer en nuestras habilidades sociales, no hemos podido organizarnos colectivamente”.
Finalmente, Morado Macías sugirió ser más receptivos, más tolerantes y solidarios con los otros, pues el mundo transita por un periodo de crisis en el que las identidades y la excepcionalidad juegan un papel muy importante en el termómetro social.
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Por: Guillermo Jaramillo Fotografía: José Luis Macías