Ponen lupa en UANL a contaminantes emergentes
Reconocida con el Premio UANL a la Investigación 2023, la doctora Minerva Villanueva investiga el impacto que tienen en el medio ambiente los contaminantes emergentes encontrados en la salida de las plantas de tratamiento de agua en Monterrey.
¿Sabías que con el uso de productos de higiene personal, plásticos desechables para comida e incluso con fármacos afectamos al medio ambiente?
Este es el problema que se aborda en el estudio “Evaluación del riesgo ecológico asociado a disruptores endocrinos provenientes de plantas de tratamiento de agua residual en Monterrey”, encabezado por la doctora Minerva Villanueva, investigadora y docente de la Facultad de Ciencias Químicas de la UANL.

Con esta investigación se han identificado algunos contaminantes llamados emergentes en plantas tratadoras de agua, los cuales no son eliminados en su totalidad y pueden llegar a arroyos, ríos y otros cuerpos de agua.
Estos contaminantes son compuestos que comúnmente podemos utilizar en nuestra vida diaria, que provienen de productos de higiene personal, medicamentos, productos que se derivan de plásticos, y que poco a poco van liberando componentes como bisfenol A (considerado un potente disruptor endrocrino, el cual fue desarrollado inicialmente como estrógeno sintético, demostrando su eficacia para estimular el sistema reproductivo en ratas) y llegan, por medio del drenaje, a estas plantas de tratamiento.

Estas plantas cuentan con procesos que no logran eliminarlos totalmente. Lamentablemente llegan a cuerpos de agua en donde ya se han presentado afectaciones muy importantes, por ejemplo en la reproducción de algunas especies, deformaciones en las crías, entre otras".
“Estos contaminantes en algún momento también pueden llegar al agua potable que nosotros consumimos y afectar al sistema endocrino principalmente, alterando el desarrollo del individuo. Estas sustancias, llamadas disruptores endocrinos, imitan las caracterísiticas o estructuras de las hormonas propias del cuerpo, entonces, al imitarlas, llegan a los recepctores correspondientes y cumplen una función, cuando en realidad el cuerpo no las liberó o produjo, lo que trae consigo efectos en la salud del humano”, enfatizó.

¿Qué son estos disruptores endocrinos?
Los disruptores endocrinos forman parte de una subclase de contaminantes emergentes y la Agencia de Protección al Ambiente de los Estados Unidos los ha definido como “una sustancia o mezcla química exógena que altera la estructura o función (es) del sistema endocrino y causa efectos adversos a nivel del organismo, su progenie, poblaciones o subpoblaciones de organismos”.
Hoy en día, se conocen distintas sustancias como potenciales disruptores endocrinos, los cuales se han clasificado en tres grupos principales:
Estrogénicos
compuestos que mimetizan o bloquean el estrógeno natural
Androgénicos
compuestos que mimetizan o bloquean la testosterona natural
Tiroidal
que impactan directa o indirectamente en la tiroides

Estos compuestos se distribuyen ampliamente en el ambiente e incluyen los hidrocarburos policíclicos aromáticos, bifenilos policlorados, bifenilos polibromados, plaguicidas como DDT o DDE, metales pesados, alquilfenoles, bisfenoles, parabenos, ftalatos, hormonas sexuales, fármacos estrogénicos, fitoestrógenos y compuestos organoestánicos, entre otros.
Otro problema que traen consigo los contaminantes emergentes es la resistencia antimicrobiana debido al consumo de antibióticos, ya que al liberarse al ambiente los microorganismos patógenos se vuelven más resistentes, por lo que es más difícil tratar algunas infecciones.
Prevención
Para Villanueva, la mejor forma de prevención es primero ser conscientes de esta problemática y buscar alternativas a nuestros hábitos de consumo.

Primero tenemos que ser conscientes de esta problemática, ya que no podemos evitar totalmente su consumo porque en algún momento va a llegar al agua potable y vamos a estar expuestos”.
Sin embargo, la solución no es tan sencilla debido a las grandes cantidades de agua que se descargan en una ciudad con una enorme población, señaló la integrante del Laboratorio de Fotocatálisis y Electroquímica Ambiental de la facultad.
“Lo que nosotros proponemos en el laboratorio son tratamientos terciarios mediante procesos físico-químicos, ya que sabemos que estas moléculas son muy resistentes. Nosotros hemos visto que, aplicando estos procesos, algunos catalizadores y bajo ciertas condiciones, es posible eliminarlos prácticamente al cien por ciento”, expuso.
¿Cómo reducir la exposición?
El cambio de hábitos y la información a la sociedad sobre esta situación sin duda tendría un efecto directo e impactante en este problema. Por ello es importante realizar estas actividades:
- Utilizar recipientes libres de bisfenol (BPA free).
- Evitar calentar alimentos en plástico y optar por la cerámica o el vidrio.
- Consumir productos de higiene personal con ingredientes biodegradables o naturales.
- Evitar el abuso de medicamentos.
- No descargar medicamentos caducos al drenaje y disponerlos de forma correcta.
- No abusar de agentes limpiadores como el cloro y buscar alternativas más biodegradables.

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Por: Jesús Carranza Fotografía: Patricia Rosales