Archivo Fílmico del Noreste recupera historia del siglo XX de NL
Con apoyo del IMCINE, al archivo investiga, restaura y difunde material fílmico que da cuenta de la historia del estado.
El registro fílmico en el país ha funcionado como una cápsula del tiempo que nos transporta para observar y analizar nuestro pasado gracias a la observación del entorno, la arquitectura, la vestimenta, el arte y la cultura y las costumbres de nuestros antecesores.

Sin embargo, en la región noreste del país, la preservación de material fílmico ha sido más compleja que en otras zonas, debido, entre otras causas, al daño que provocan las altas temperaturas al material y al desconocimiento de qué y cómo cuidarlo.
Sin embargo, historiadores han llegado a la conclusión de que en el pasado existieron diversas casas productoras en la región que contaban con una gran colección de cintas relacionadas con el desarrollo del estado, pero que por el propio deterioro y extravío del material fílmico son una laguna en la historia.
Afortunadamente, el cineasta mexicano Gil Morales, gracias a la exhaustiva búsqueda de una película regiomontana olvidada, pudo llegar a una recopilación de pequeños filmes con más de 100 años de antigüedad pertenecientes al cineasta Antero Escamilla Ornelas, los cuales, a partir de una narrativa noticiosa, presentan historias cortas del acontecer regiomontano del siglo pasado.

Gran parte de los acontecimientos que ocurrían en la ciudad él pudo cubrirlos y conservarlos. Empezó como proteccionista en varios cines y en la década de los 40 inició el negocio de los noticieros fílmicos”.
Restaurando el pasado
Jorge Escamilla, hijo de Antero, contactó a Gil Morales para saber si estaba interesado en una colección de latas y rollos de los que pensaba deshacerse.
Abandonado durante más de 30 años en una bodega del municipio de Ciénega de Flores, el material fílmico estaba expuesto al polvo, al aire y con un deterioro notable, pero eso no fue impedimento para que el cineasta decidiera trabajarlo e iniciar un acervo de películas regiomontanas.

Con el tiempo, este material fue el punto de partida para la creación del Archivo Fílmico del Noreste, que desde de mayo de 2022, con el apoyo del Instituto Mexicano de Cinematografía (IMCINE), trabaja en la identificación de los materiales encontrados, en detener su deterioro y en la digitalización de las cintas para su proyección.
A principios de 2023 aplicamos a una beca del IMCINE y el instituto, al ver nuestro trabajo de restauración, nos ha apoyado enormemente y nos ha permitido mantener en pie este proyecto”.
Dentro del material recuperado se hallan cintas en formatos de cine de 35 mm y 16 mm filmadas entre 1940 y 2000; algunas de ellas en nitrato. Estas cintas, en colaboración con la casa productora Terminal, los Estudios Churubusco y la Filmoteca Nacional de la Ciudad de México, ya fueron restauradas y digitalizadas con el uso de escáneres.
“Muchos materiales son difíciles de trabajar ya que tienen propiedades físicas que los dañan y se les adhieren, por lo que hay que aplicar químicos para su restauración. Este es un proceso que lleva tiempo. En la actualidad, hemos trabajado aproximadamente el 40 por ciento de la colección”.

Un archivo vivo
Durante la conferencia “Preservación y memoria fílmica en el noreste de México”, que tuvo efecto el 17 de noviembre en el Centro de Estudios Humanísticos de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Autónoma de Nuevo León, se presentaron tres materiales recién restaurados por el Archivo Fílmico del Noreste.
Uno de los ellos data de 1951 y relata los festejos por el centenario del municipio de General Terán en Nuevo León. Otro, de 1956, cuenta la historia del desfile del 16 de Septiembre, además de presentar el Informe de gobierno de Raúl Rangel Frías y, como parte final de la presentación de filmes, se mostró un relato de 1925 sobre la despedida del torero Rodolfo Gaona.

Gil Morales comentó que pretenden difundir estos materiales mediante una pagina web en los próximos tres años y agregó que las funciones principales del Archivo Fílmico del Noreste son la investigación y la apropiación de los materiales, así como su difusión.
Un archivo con materiales que no se difunden es como si no existiera. Nosotros creemos que investigar y reapropiarnos de los materiales, así como reutilizarlos y difundirlos son las acciones principales que debemos hacer como archivo vivo".
“Creemos que mucho de los materiales fílmicos antiguos aún siguen en clósets, bodegas y sótanos. Esperamos con ansias que poco a poco estos materiales salgan a la luz”, culminó.
Por: Alejandro Torres Fotografía: Melanie Alfaro