Aborda Yasodari Sánchez proyectos desde el arte, comunidad y educación
Galardonada con el Premio UANL a las Artes 2023, Yasodari Sánchez Zavala ha dedicado su vida a las actividades artísticas, registro y fotografía documental de la comunidad regiomontana buscando resignificarlas en un amplio contexto social y político.
Reflexionar acerca del origen a través de una memoria conformada por imágenes de barrios icónicos de una ciudad es el ejercicio de antropología social o activismo artístico que distingue a Yasodari Sánchez Zavala, galardonada con el Premio UANL a las Artes 2023.
Sánchez, quien es docente en la Facultad de Artes Visuales, recordó cómo fue su encuentro con las actividades artísticas, de registro y, sobre todo, la fotografía documental.

Hay que hacer una reflexión del origen. En estas nuevas generaciones que tienen que ver con carreras sensibles como las ciencias sociales o de humanidades me parece que debe haber una reflexión sobre el origen, de lo autorreferencial para saber quiénes somos, dónde habitamos, qué nos preguntamos".
“Creo que si no existen estas cosas quizá sigamos viendo esta sobreproducción de imágenes y puede haber una demanda de likes. Si no existe ese mapeo o automapeo o cartografía sobre nuestra procedencia, origen, deseos y prioridades, creo que no va a pasar nada”, señaló Sánchez.
“Qué somos y por qué lo hacemos”
Quien olvida su historia está condenado a repetirla, señaló en algún momento el filósofo español Jorge Ruiz de Santayana, hecho que Sánchez se ha encargado de combatir: el olvido.
“Si no hay voluntad de la memoria o no tenemos esa memoria en presente, o no pensamos qué es la memoria desde donde estamos, creo que no podemos reconocernos en esos espacios, ni con esas tribus urbanas u otras personas que habitan la ciudad, entender qué significa la diferencia y la diversidad con nosotros.

En ocasiones no entendemos que hay que estar en crisis y en conflicto para poder tener otras respuestas, preguntarnos todo el tiempo qué somos y por qué lo hacemos”.
Nacida en la icónica Colonia Independencia, Yasodari ha trabajado con distintos grupos indígenas, migrantes centroamericanos, extrabajadores de Fundidora, familias de pulqueros, señalando que de alguna manera se reconoce en ellos.
“Me reconozco en ellos en esa memoria que es muy puntual, en esa urgencia de resignificarla y reconocer sus procesos y sus saberes, tener muy claro estas demandas sociales, políticas.
“Es necesario señalar las diferencias y el origen porque parte de la memoria es el olvido, lamentablemente. La memoria es sangre y territorio, funda tu familia, tus deseos, tus necesidades, tu voluntad, tu valor. Si no entendemos estas diferencias y esta diversidad que hay ahora en el estado con todo lo que está pasando va a ser un estado de violencia, porque alguien que no se reconoce en un espacio lo puede destruir y olvidar”, explicó.
La ganadora del Premio UANL a las Artes 2023 señala que vivimos en una gran incongruencia, pues se deben generar políticas culturales y programas que sean democráticos, que crucen circuitos de educación, arte y comunidad.

Esta contemporaneidad incluye todo, pero hay cosas que siguen dándose desde una manera muy ortodoxa, un mismo lugar común y un mismo circuito. Los proyectos que yo realizo los trabajo desde tres dimensiones, que es el arte, la comunidad y la educación".
“Siempre procuro que mis piezas y mi obra tengan que ver con procesos con la comunidad; realizo talleres o actividades que tengan un tiempo de ocio y dinámicas en los barrios”, indicó.
Disciplina
Sánchez Zavala reconoce en su madre el motor principal para lograr vincularse con el arte, la academia y abrirse camino en el mundo profesional. Desde muy pequeña tuvo el gusto por dibujar, aunque hoy en día no dibuja, sino que registra hechos desde otra perspectiva.
Dato curioso, Yasodari pudo haber realizado la carrera de ingeniera química en el Tecnológico de Monterrey, pero rechazó la beca para matricularse en la Facultad de Artes Visuales en la generación 1993-1997.
Durante su infancia tuvo el deseo de pertenecer a una academia militar y esa misma disciplina la llevó a competir en natación por el estado de Nuevo León. Aunque practicó la lucha libre y había dominado el arte de lanzarse desde la tercera cuerda, decidió no debutar en el pancracio.

Es muy importante para mí poder socializar, circular y atravesar estos lugares que yo habito como la Indepe, la academia y el arte. En ocasiones me han dicho que soy activista, pero no lo creo; soy activa porque siempre estoy involucrada y paso muchas más horas en la comunidad que en mi práctica artística".
“Creo que si no hay una ciudadanización no podemos entender ni una práctica artística ni académica, pero tampoco entender qué pasa de manera sensible y humana en barrios y de manera intergeneracional en esos barrios”.
Por: Guillermo Jaramillo