Diálogo entre poetas
Jorge Humberto Chávez y Armando Alanís Pulido conversaron sobre poesía, letras y los premios; ambos escritores compartieron temas en común e historias que se tejen en el gremio literario.
El poeta Jorge Humberto Chávez obtuvo en 2021 el Premio Internacional de Poesía Jaime Sabines / Gatien-Lapointe, por su obra Bar Papillón y El poema triste. A propósito de esta distinción, charló en torno a la poesía, la escritura y los premios literarios desde la Casa Universitaria del Libro. El evento se realizó el 21 de enero y se transmitió por redes sociales.
Para conocer un poco más sobre los detalles del libro, Chávez sostuvo una conversación con el poeta regiomontano Armando Alanís Pulido.

"Bar Papillón y El poema triste" ha sido recientemente editado por Mantis Editores en una versión bilingüe en español y francés, pero había sido publicado en 2004.
El propio Alanís Pulido en su primera intervención señaló a Chávez como uno de los poetas mexicanos más potentes de la actualidad, al destacar que en 2013 obtuvo el Premio Bellas Artes de Poesía Aguascalientes con la siguiente frase: “Te diría que fuéramos al río Bravo a llorar, pero debes saber que ya no hay río ni llanto”.
Sin fronteras
Hace más de 20 años, Alanís Pulido conoció a Jorge Humberto Chávez. Fue en un bar, situación que cambiaría todo el concepto de restaurante – bar para el poeta. Chávez organizaba el encuentro de escritores jóvenes en Ciudad Juárez, Chihuahua, por lo que acudió personalmente al aeropuerto a recoger al regiomontano.
“Vamos a mi oficina, de seguro ahí trabajarás mejor. Mi escritorio es amplio. Así que llegamos a un bar y me dijo que ahí era”, señaló Alanís Pulido recordando que Chávez al portero le llamaba de cariño Marco Antonio Campos y al barman José Emilio Pacheco, ambos escritores inmersos ya en el panteón de las letras mexicanas.
Para el autor de Balacera, Chávez parece tener una predisposición para la versatilidad o sus versos, cargados de una reconciliación absoluta con nuestro destino terrestre, que propician en automático un reencuentro con la identidad última del ser.

Al leer a Chávez constato algunas cosas que siempre he sospechado. Que la poesía definitiva está más allá de una frontera, la temporal, en este segundo caso, ya que 15 años después de su edición canadiense recibe el premio Sabines / Lapointe".
“En 2004 se realizó la versión entre Mantis Editores y Écrits des Forges, y ahora es premiado. La primera frontera fue la del lenguaje. Entre los parroquianos y nosotros todos somos el poema porque ocurrió entre nosotros”, detalló Alanís Pulido.
En el encuentro, Chávez dio lectura a un poema escrito en 1985 sobre una tragedia sucedida en la India. El incendio de pesticidas, como una gran sombra, cayó casi invisible sobre los habitantes de Bophal, recitó el poeta. El poema forma parte de la colección titulada El poema triste, que junto a Bar Papillón recibiera el galardón internacional.

“En 2003, Luis Armenta Malpica me llamó y pidió una colección de poemas para publicarse en Montreal. Para ese año yo trabajaba como Director de Cultura en la zona norte de Chihuahua, y tenía un buen rato sin publicaciones.
Yo tenía un librito de viajes y en ellos había una colección de poemas que Marco Antonio Campos había publicado en un periódico de poesía en la UNAM. Entonces hice una selección de poemas que no se iban a publicar en México, sino en el extranjero. Así nace este libro junto a junto a un largo poema de 21 cuartillas titulado El poema triste”.
El libro premiado tiene dos registros, el Bar Papillón y El poema triste. Hay un texto titulado Brindisi, Italia, 1970, acerca de la muerte del poeta mexicano José Carlos Becerra, del que Chávez escribió:
Este es la historia breve de otra muerte
No hay mucho que contar de alguien que no alcanzó a vivir
No diré su nombre
Adivínalo
No te será difícil
Como no fue difícil para él morir entregado a los caminos de Italia
Por: Guillermo Jaramillo