Vacuna Patria, proyecto actual de Felipa Castro Peralta
Egresada del posgrado de la UANL, la científica mexicana contribuye con su conocimiento en el desarrollo de la vacuna contra el SARS COv-2. En su formación hubo docentes que la motivaron e impulsaron para iniciar una carrera en la ciencia.
La doctora Felipa Castro Peralta es una mujer decidida, con objetivos claros y con mirada de largo alcance.
Salió de su natal Durango para cursar estudios superiores en la Universidad Autónoma de Coahuila (UAC); posteriormente, radicó en Nuevo León para especializarse en Biología Molecular e Ingeniería Genética en la Facultad de Medicina de la UANL.
Hoy, la científica mexicana trabaja en el desarrollo de la vacuna mexicana contra SARS CoV-2 junto con un equipo de investigadores desde marzo del 2020.

En el marco del Día Internacional de la Mujer, que se conmemora este 8 de marzo, Castro Peralta es una figura indiscutible para inspirar y motivar a las jóvenes que buscan cristalizar sus proyectos.
“Considero que las mujeres pueden llegar a ser lo que deseen en las diversas áreas de la ciencia, si se fijan el objetivo y no pierden de vista la meta”, advirtió.
¿Cómo decide el área de su especialidad?
Durante la facultad en la Universidad Autónoma de Coahuila, donde cursé la carrera de Químico-Fármaco-Biólogo, elegí la especialidad en Microbiología y una de las asignaturas que más me gustaba era la Genética Microbiana. En esta asignatura recibí por primera vez clases básicas sobre cómo modificar genéticamente microorganismos para usos biotecnológicos; y eso me abrió las puertas a un mundo totalmente nuevo para hacer una Maestría y Doctorado en Biología Molecular e Ingeniería Genética. Lo cual eventualmente me llevó de vuelta a la Microbiología, en especial a la Virología, pero vista desde un ángulo molecular y biotecnológico con aplicaciones vastas.
¿Quiénes fueron los mentores que más influyeron en su formación académica?
La clase de Genética Microbiana en la facultad era impartida por la Dra. Lupita Galavíz, quien curiosamente cursaba también el programa de posgrado en la UANL, y su gusto por la ciencia influyó de manera positiva en mi decisión de hacer una maestría. Durante la Maestría y el Doctorado en la UANL, el Dr. Hugo Barrera Saldaña fue el principal mentor en mi formación como científica en Biología Molecular. Su entusiasmo y pasión por la ciencia me alentaron siempre a trabajar duro, conseguir objetivos y ser competitiva. Y al mismo tiempo, debo mencionar al Dr. Luis P. Villarreal de la Universidad de California, en Irvine, EUA, quien me abrió las puertas de su laboratorio y puso a mi disposición su intelecto para mejorar mi formación en Virología Molecular.
¿Cuáles fueron sus motivos para iniciarse en la investigación?
Conforme fui adquiriendo conocimientos de mi área de especialidad durante la maestría, me quedó claro que mi gusto por la ciencia era genuino y que quería lograr una carrera en ciencias, con la idea de contribuir a la generación de conocimiento y, con suerte, llegar a aplicarlo a la solución de problemas.
¿Qué motivaciones ha encontrado en la investigación para continuar en la misma ruta?
La satisfacción de poder usar el conocimiento y aplicarlo a la solución de problemas ha sido determinante para continuar haciendo investigación. Durante el doctorado, trabajé en varios proyectos enfocados a solucionar problemas de salud humana como en la Terapia Génica aplicando diversos vectores virales.
Ahora en Avimex, uso el conocimiento que adquirí durante mi preparación en el Doctorado y en Centro de Vectores Virales de la Universidad de California para generar vacunas que contribuyan a aliviar diversos problemas de salud veterinaria. En este último par de años, he tenido la satisfacción de participar en generar un candidato vacinal en vector viral contra Sars-CoV-2, nuevamente usando el conocimiento adquirido durante mi preparación académica.

Como científica ¿cuáles han sido los desafíos profesionales que ha enfrentado?
Innumerables. Iniciando por la casi nula tradición en nuestro país para impulsar el desarrollo tecnológico en el campo de la Biología Molecular/Biotecnología, la investigación básica y en la investigación aplicada. Asimismo, la falta total de infraestructura o si la hay es obsoleta. Y también el desafío que representan los escasos incentivos para realizar proyectos de largo aliento.
¿La investigación ha sido redituable para usted en términos de satisfacción personal?
Muy redituable. Mi elección de carrera me da satisfacción todos los días. Cada día hay sorpresas en investigación. Además, tengo la oportunidad de interactuar con muchos colegas de diversas partes del mundo, intercambiar ideas, discutir y ejecutar nuevos proyectos. Es sumamente emocionante hacer investigación; es aprendizaje constante.
Sin duda usted es un ejemplo por seguir para los universitarios ¿qué consejo o anécdota puede compartir con ellos?
Si sienten el llamado de la investigación, que lo sigan. En el trayecto, podrán tener la oportunidad de utilizar el poder de su intelecto para contestar preguntas básicas sobre cómo funciona la naturaleza, podrán utilizar lo aprendido para generar nuevo conocimiento y resolver problemas de diversos índoles, llámese problemas de salud pública, generar nuevos productos de interés comercial, remediar situaciones del medio ambiente, en fin, la ciencia es vasta en cuanto a áreas de aplicación.
Además, tendrán la oportunidad de conocer colegas en otras partes del mundo con diferentes perspectivas y puntos de vista que son siempre intelectualmente enriquecedoras. Y debo remarcar que la vida científica no está ligada a la academia solamente. Existen institutos privados y compañías en todo el mundo donde podrán desarrollarse profesionalmente.
¿Cuál ha sido la fórmula que a usted le funcionó para estar en la posición en la que se encuentra? O ¿Cómo se puede ir avanzando para llegar a tener una carrera en investigación?
No hay una fórmula como tal. Creo que siempre funcionará dedicarse a hacer lo que a uno le gusta y tomárselo seriamente. Hacer ciencia, ya sea básica o aplicada, que realmente tenga impacto en un área específica y resulte competitiva a nivel global, requiere dedicación y largas horas de trabajo. Conforme se recorre el camino, se van tomando decisiones basadas en experiencia y conocimiento y basadas también en la visión que se desarrolla durante el proceso de aprendizaje y entrenamiento científico. En mi caso, la decisión de hacer una maestría me puso en el camino para adquirir los conocimientos básicos que luego me sirvieron para buscar la siguiente oportunidad, que fue poder manipular genomas virales.

Al trabajar con genomas virales, me interesó usar estos genomas para producir vectores virales que pudiesen ser usados para alguna aplicación en medicina humana. Al estar inmersa en el uso de estos vectores virales para terapia génica de distrofia muscular, busqué la oportunidad de hacer dos años de entrenamiento extra después del doctorado, donde aprendí todo un rango de aplicaciones que podían tener estos vectores, y ya no se limitaba solamente a la medicina humana, sino a otras áreas del conocimiento.
Así llegué a mi área de especialidad. Todo este camino recorrido me llevó finalmente a aplicar vectores virales para el desarrollo de vacunas. Y al recorrer este camino, he trabajado con colegas de todo el mundo donde hay retroalimentación mutua que permite ejecutar y lograr concretar proyectos de alto impacto. Finalmente, para lograr todo esto, el científico debe tener ante todo resiliencia, paciencia y tolerancia al fracaso. Si uno aprende a dominar bien estas actitudes, ya es ganancia.
Considero que además se ha vuelto un referente de éxito para la población femenina, en un ejemplo para visibilizar el rol protagónico que pueden tomar las mujeres ¿cómo observa hoy el papel de las mujeres en la ciencia?
Considero que las mujeres puede llegar a ser lo que deseen en las diversas áreas de la ciencia, si se fijan el objetivo y no pierden de vista la meta. Ejemplos de mujeres exitosas en ciencia hay muchas, no solo en medicina, sino en física, matemáticas, química, entre otras. Hay por supuesto obstáculos sociales y prejuicios que aún pesan en la sociedad, pero nada que no se pueda superar con decisión y determinación.
La realización de la vacuna Patria es un proyecto muy ambicioso ¿cómo ha sido para usted esta experiencia, es decir, estar en este grupo de científicos involucrados?
Ha sido un proyecto sumamente desafiante para todos los involucrados, pero de igual manera muy enriquecedor, de mucho aprendizaje y muy satisfactorio. Formar parte de un equipo multidisciplinario ayuda siempre a tener perspectivas muy diferentes que ayudan a encontrar soluciones y avanzar en los objetivos. Cada involucrado desde su área de especialidad contribuye de forma equitativa para lograr el bien común.

Como sociedad ¿qué aprendizajes nos deja esta pandemia provocada por el Covid-19?
Primeramente que, como país no contamos con infraestructura adecuada pese a tener un sistema sólido de científicos capaces de responder a emergencias sanitarias como el COVID-19. Si aprendemos la lección, el gobierno modificará sus políticas e invertirá más en ciencia y en la preparación de científicos y construcción de centros de investigación. Si esto cambia, el país estará entonces preparado para cualquier eventualidad futura.
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Por: Esperanza Armendáriz