Afirman que cine modela conducta del público
Expertos analizan en mesa de diálogo del CEIIDA el impacto de las obras cinematográficas en el comportamiento social.
Con motivo del Día de la salud mental y con el objetivo de conocer cómo el séptimo arte influye en la psique de las personas, el Centro de Investigación, Innovación y Desarrollo de las Artes (CEIIDA) realizó el 8 de octubre la mesa de diálogo “El cine, una psicoterapia involuntaria”.
Con la participación de Jaime Palacios, psicólogo y guionista, y de Gabriela Cantú, psicoterapeuta, el moderador Óscar Montemayor tocó temas como la percepción y la conducta de las personas al momento de ver una obra cinematográfica.

Desde que éramos cavernícolas, aprendíamos a través de las historias. Nos contaban aventuras de cazadores para enseñarnos a evitar peligros y, de manera inconsciente, eso nos modelaba la conducta”.
Palacios explicó que el aprendizaje social funciona mostrando cómo otros actúan, en lugar de dar instrucciones directas, siendo una de las formas en que las personas imitan la conducta o enseñanza de otros indirectamente.
“Cuando recreamos mundos y escenarios y mostramos cómo otros se comportan, la audiencia empieza a identificarse y a interiorizar esas conductas como deseables”, señaló.

Durante la charla se mencionaron casos que demuestran el impacto de las películas en la conducta de forma indirecta.
Por ejemplo, el estreno de “El Exorcista” en los años 70 provocó un aumento en consultas psiquiátricas por insomnio y pesadillas. De manera similar, películas como “Rebelde sin causa” inspiraron juegos peligrosos entre jóvenes.
Potentes herramientas educativas
La psicoterapeuta Gabriela Cantú destacó la evolución de la representación de la psicología en los medios audiovisuales.

Antes, la terapia se mostraba de manera distante o exagerada, como en el psicoanálisis: el paciente acostado en un diván, el terapeuta de espaldas, explorando recuerdos del pasado. Hoy, las terapias se presentan más humanas, centradas en soluciones y en la interacción familiar y social”.
La especialista señaló que esta evolución permite al público comprender mejor los procesos psicológicos y normalizar la búsqueda de ayuda profesional. Dando como ejemplo las series “Shrinking” o “Big little lies”.
Los especialistas coincidieron en que el cine y las series, al combinar narrativa y aprendizaje social, se convierten en herramientas educativas potentes. Más allá de entretener, permiten transmitir conocimientos sobre conducta, empatía y salud mental y generan conciencia sobre la importancia de la terapia psicológica y la atención a trastornos mentales.

La charla finalizó con un espacio de preguntas y respuestas, en el que estudiantes y asistentes compartieron sus reflexiones sobre cómo las películas y series han influido en su percepción de la psicología y la terapia.
Tanto Cantú como Palacios resaltaron la necesidad de seguir explorando la relación entre lo visual, la narrativa y la salud mental, para entender mejor cómo las historias impactan la vida cotidiana y la conducta social.
Por: Roberto González Ávila Fotografía: CEIIDA UANL
