Buscan punto de partida de la obra de Adrián Porcel
La FAV ofreció una serie de actividades para conmemorar su 45 aniversario, inaugurando murales, realizando un taller y ofreciendo la conferencia magistral “Punto de partida”.
La Facultad de Artes Visuales de la Universidad Autónoma de Nuevo León está de manteles largos por su 45 aniversario.
En el programa de celebración se encuentra la charla “Punto de partida”, realizada el 28 de abril en el Auditorio del Edificio E.
El evento reunió a Adrián Procel y Julio Castro, artistas egresados de la facultad, para sostener un conversatorio en torno a “Punto de partida”, exposición individual de Procel que actualmente se encuentra en el Centro de Investigación, Innovación y Desarrollo de las Artes (CEIIDA) de la UANL.
Procel y Castro cuentan con 27 años de producción artística, que inicia a finales de los años noventa, cuando se conocieron como estudiantes, y sus carreras se han desarrollado en paralelo. “Punto de partida” los reúne como artista y curador, por lo que la institución tuvo a bien congregarlos en una charla para el estudiantado.
Ambos compartieron algunas reflexiones sobre cómo producir y sostener discursos comunicativos soportados por el arte.
“Desde que estudié dibujo técnico en la preparatoria supe que no quería ser solo un arquitecto, sino alguien que lograra proyectos arquitectónicos en grande. Cuando ingresé a la Facultad de Artes Visuales fue porque un amigo me invitó a conocerla. Uno puede estudiar una carrera para tener una licencia y ya, pero también puede estudiar para generar un discurso”, señaló Procel, conocido por su obra hiperrealista.
Ya son 27 años de producción, desde que estábamos estudiando aquí en la facultad, yo me dediqué a la producción. Sara López, coordinadora académica y de investigación del CEIIDA, me pidió que buscara a alguien que pudiera colaborar con un texto, con una curaduría y ahí fue donde entró Julio Castro. Nos conocimos en la facultad y él conoce muy bien mi trabajo”.
Procesos
Durante la preparación de la exposición, Procel y Castro compartieron charlas telefónicas, mensajes por WhatsApp donde se compartían imágenes que iban desde el traslado de una escultura de un caballo hacia el CEIIDA, hasta recuerdos de sus años de estudiantes.
“Yo estuve fuera viviendo casi 20 años y siempre que nos veíamos nos compartíamos cosas. Cuando surgió la invitación fue empezar a retomar esa conversación y plantear la idea del trabajo, es decir, qué es lo que ha pasado alrededor de ese trabajo. Por eso mucha de la exposición tiene una revisión hacia los procesos y hacia los apuntes y los materiales de apoyo que van a conformar obras”, señaló Castro.
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Por: Guillermo Jaramillo Fotografía: Ildefonso Hernández
Siempre UANL – José Delgado
