Fue Alfonso Reyes un faro para el arte de su época
Duranta la charla “Alfonso Reyes y la vanguardia artística mexicana”, el historiador del arte Carlos Segoviano expuso la influencia que El Regiomontano Universal tuvo en los artistas del siglo pasado.
Alfonso Reyes fue un faro para todo aquel artista o intelectual que se le acercara, pues además de brindar amistad fue el impulsor de muchas figuras que forman parte de la grandeza de la cultura mexicana, como se comentó en “Alfonso Reyes y la vanguardia artística mexicana”, charla impartida por Carlos Segoviano el 5 de junio.
El evento se desarrolló en el marco del Festival Alfonsino UANL 2024, dentro de la Sala Cerro de la Silla, del Centro de Investigación, Innovación y Desarrollo de las Artes de la Universidad Autónoma de Nuevo León, y tuvo como objetivo propiciar un panorama de la relación de El Regiomontano Universal con las artes plásticas.
Creo que el mayor trabajo que han hecho, sobre todo ustedes aquí en Monterrey, ha sido recobrar las concepciones de este literato sobre la escritura, la filosofía y la cultura, pero la intención de la charla del día de hoy es generar un acercamiento de Reyes a las artes plásticas".
“Alfonso Reyes tuvo una extensa amistad y colaboración con artistas no solo mexicanos, sino en sus residencias en Sao Paulo, Buenos Aires o París, donde conoció a la vanguardia internacional. Por ello me pareció interesante hacer un microrrelato de la historia de la vanguardia en el arte mexicano a través de Alfonso Reyes”, detalló Segoviano.

La voluntad de compartir
La figura de Reyes es ejemplar y bien podría ser retomada por los gestores culturales, comentó Segoviano, agregando que fue un hombre con una gran voluntad de compartir.
“En un momento en que tenemos una sociedad tan polarizada y parece que estamos peleados entre diversos grupos sociales, resulta idóneo hacer una reflexión sobre nuestros privilegios. Estamos tan resentidos con que la gente tenga ciertos privilegios y no pensamos en los propios. Reyes no es un personaje que acumule conocimiento y haga un relato de un ego propio, lo interesante de Reyes es que ese cúmulo de información y la propia que va generando con su escritura le permite dar cuenta de que hay otros personajes en el medio y hay que apoyarlos”, explicó el especialista.
Quienes estamos en el medio de la cultura deberíamos retomar esas figuras porque nos estamos peleando becas, puestos, salarios cuando la verdad es que cada uno de nosotros tiene capacidades distintas, y en esa medida debemos apoyarnos y crear una red de trabajo en la cultura, porque al final de cuentas lo importante es poder difundir el conocimiento a quienes no han tenido esos apoyos”.
Reyes convivió con movimientos como el muralismo mexicano y tuvo cercanía con los llamados Contemporáneos, movimiento simpatizante del surrealismo, por lo que Segoviano resaltó que esto marcó la pauta hacia dónde se va a dirigir su percepción del arte mexicano.
“Resulta necesario hacer este repaso de cómo el arte mexicano pasó de una academia eminentemente bajo las ideas europeas a querer configurar una idea de arte nacional a través del rescate del folclor y las tradiciones populares en el siglo pasado.
“Esto fue una lucha muy intensa porque había un pensamiento europeizante con Porfirio Díaz y poco a poco con la Revolución y los diferentes cambios que se van dando en la sociedad empiezan a surgir nombres con los cuales Reyes colabora”, comentó quien forma parte del departamento de curaduría del Museo de Arte Moderno de la Ciudad de México.

Agente cultural
Si bien Reyes no se dedicó formalmente a hacer crítica de arte, dentro de su diario o cartas con artistas se encuentran muchas de sus reflexiones de lo que era el arte de su época.
“Siendo un diplomático tan importante para el país no solo es su amistad con los artistas la que hay que rescatar, sino su función como agente cultural que abrió puertas para el arte.
Esos pequeños acentos en los que intervino Reyes dieron pie a entender a los artistas, es decir, esos puntos de inflexión con los que Reyes hizo que su trabajo artístico fuera reconocido y valorado”.
Por: Guillermo Jaramillo Fotografía: CEIIDA