Revive Tamara Trottner su secuestro en novela
Presenta Tamara Trottner en redes sociales de la Casa del Libro de la UANL "Nadie nos vio partir", su más reciente novela, inspirada en el secuestro que vivió junto a su hermano por parte de su padre, cuando apenas tenía cinco años.
Por: Norberto Coronado
Por primera vez la Casa Universitaria del Libro de la UANL tuvo como invitada, dentro del ciclo Círculo de Lectores BooksLovers, a la escritora mexicana Tamara Trottner, quien charló, junto a Norma Martínez y Carmen Tijerina, sobre su más reciente libro Nadie nos vio partir.
La escritora, quien también ha publicado Siempre las Jacarandas y Un último pedazo de bruma, dijo sentirse contenta por permitirle estar de manera virtual con el público regiomontano ya que considera a Monterrey como una ciudad de grandes lectores.
Nacida en la Ciudad de México, la doctora en letras comentó que la historia de Nadie nos vio partir está inspirada en el secuestro que vivió junto a su hermano cuando ella apenas tenía cinco años por parte de su padre y que realizó en venganza hacia su madre.

La historia está basada en el secuestro de mi padre y en el viaje que nos hizo hacer y la historia de mis abuelas, de los personajes viene después, ya que primero se necesitaba contar lo sucedido para entender la personalidad de los personajes".
“Y ya en el desarrollo de la historia se puede ver que las mujeres tomaban decisiones valientes, muy importantes; de hecho, mis abuelas fueron personas muy valientes, personas que realizaron acciones que en su época no eran permitidas”, indicó la doctora en letras.
Exceso de amor
Nadie nos vio partir retrata también a aquellas personas que critican lo que consideran el exceso de amor de una pareja, al grado de llamarlo “enfermizo”, pero que en realidad no es tal.
“Creo que un amor enfermizo es uno de esos amores llenos de locura y que duran muy poco y el que se retrata en la novela dura 40 años, pero el hecho de que el personaje diga en algún momento que no puede vivir sin la otra persona te habla de lo contrario, pues no era solo una frase: eran dos seres completos y que se complementaban”, argumentó la autora.
El personaje de Carlos (basado en la persona con quien se casó su madre) realmente desde que llegó a la familia fue bueno, entró poco a poco con una forma lindísima de amor. Filósofo bárbaro, conocía al ser humano, cómo debíamos ser queridos, y acabamos amándolo, a pesar de las circunstancias de las que hablo en la novela”.
Esta situación y el reencontrarse con su padre tiempo después ya en otro momento fueron los hechos que llevaron a Tamara a terminar la novela, ya que encontró la respuesta a sus preguntas sobre cómo escribirla sin mostrar personajes bueno o malos en la historia.

“Mi madre nunca nos habló mal de Leo (su padre), pero las acciones nos van diciendo qué hacer, cómo relacionarnos con los demás. Aparte el reencuentro me abrió los ojos sobre cómo escribirla. No quería que fuera de buenos contra malos, no iba a juzgar. Es una novela donde cada uno tiene sus razones y son válidas. Son emociones y ellas en sí son viscerales”, comentó la también directora editorial de Punto y Aparte.
La oportunidad que brinda el perdón
Tamara Trottner finalizó su presentación diciendo que hay que tomar el camino correcto para encontrar la paz interior y la tranquilidad y poder enfrentar los sucesos cotidianos de la vida sin tomar decisiones precipitadas.
Quiero decir a los lectores que, antes de juzgar las acciones de los demás, se pregunten si tienen derecho, si conocen todo lo que hay detrás de lo que ven, si conocen las emociones involucradas. Con seguridad puedo decir que el 99.9 por ciento no lo conocemos, no lo tenemos".
“Además, quiero decirles que perdonar también es vital. A veces no tenemos que perdonar si sabemos de dónde vienen las acciones. Todo es cuestión de estar en paz, de pedir perdón. No deban nada, pidan perdón. Todos debemos darnos esa oportunidad”, concluyó.
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