Analizan cambios arquitectónicos de Ciudad Universitaria
Cuatro escuelas de Ciudad Universitaria fueron estudiadas por la historiadora Julieth Acosta con la idea de mostrar los cambios que han alterado su esencia arquitectónica y trabajar en la conservación del patrimonio cultural de la UANL.
Por: Eduardo Rodríguez Palacios Fotografía: Daniel Zamora
Concientizar y promover acciones para la conservación de fragmentos de la arquitectura moderna de mediados del siglo XX que aún existen en la Universidad Autónoma de Nuevo León es el propósito del estudio de la egresada Susana Julieth Acosta Badillo.
Se trata de la tesis “Arquitectura moderna de la Ciudad Universitaria de Nuevo León: entre fragmentos y transfiguraciones”, la cual fue concluida en septiembre de 2020 cuando la joven cursó la Maestría en Ciencias con orientación en Diseño y Gestión de la Arquitectura en la UANL.

En ella se expone que algunas facultades de Ciudad Universitaria han modificado sus fachadas o cierta infraestructura con el paso del tiempo, impactando en el patrimonio arquitectónico del campus, muy especialmente el construido entre 1958 y 1962, y que contaba, en su tiempo, con notables características de la arquitectura ya mencionada.
Conservación del patrimonio
El trabajo académico de Acosta Badillo brinda una primera aproximación a la evolución del campus en sus 60 años de antigüedad para ir más allá de su tradicional historiografía y comprender el valor del patrimonio arquitectónico de la declarada segunda ciudad universitaria de México, sólo por detrás de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

El estudio de Juileth Acosta se centra en cuatro facultades de la UANL que han experimentado cambios en su infraestructura o bien han conservado su esencia arquitectónica.
Entre las dependencias seleccionadas para el estudio se encuentran las facultades de Arquitectura, Ingeniería Mecánica y Eléctrica, Ingeniería Civil y Ciencias Químicas, que fueron elegidas por el contraste de conservación de los cuatro inmuebles, con dos que evolucionaron con cuidado de sus características arquitectónicas originales y dos que transformaron drásticamente sus primeros edificios, cambiando radicalmente su personalidad y antigüedad visual.
En este mismo sentido, la investigación destaca que el mejor ejemplo de arquitectura moderna de mitad del siglo XX es la Facultad de Ingeniería Civil (FIC), ya que se conserva casi en su totalidad como fue construida el 2 de febrero de 1959 e inaugurada el 14 de marzo de 1960.
Entre sus elementos característicos sobresalen las columnas circulares, la planta libre (única en su tipo) y un frontal curvilíneo que también es lienzo de un mural de cantera del artista Federico Cantú Garza.

En su construcción se utilizaron materiales como celosía de barro, mosaico italiano, cantera americana gris, block vitrolita, piso granzón y lámina esmaltada.
La Facultad de Ingeniería Civil sigue conservando su arquitectura original y el edificio aún funciona perfectamente. Otra dependencia similar es la Facultad de Ciencias Químicas (FCQ), aunque su arquitectura es más de la época posmoderna”.
Para Acosta Badillo, la Facultad de Contaduría Pública y Administración (FACPYA) también es otra institución que aún mantiene ciertos espacios o fragmentos con este tipo de arquitectura en el interior del inmueble.
Trabajar en conjunto por la conservación
De acuerdo con la tesis “Arquitectura moderna de la Ciudad Universitaria de Nuevo León: entre fragmentos y transfiguraciones”, es necesario que autoridades y comunidad universitaria se concienticen sobre la repercusión favorable que una cultura de conservación patrimonial tiene para una institución educativa y humanista como lo es la UANL
Así como del prestigio que otorga y de su vinculación con la formación de jóvenes comprometidos con la promoción cultural y el cuidado de sus espacios, si constantemente se les habla de la importancia histórica de su edificio y se les forma un sentido de pertenencia.
Por ello, el trabajo en conjunto entre el proyecto “Puesta en valor”, que se echó a andar en 2019, y la Coordinación del Patrimonio Cultural de la Universidad Autónoma de Nuevo León sería el panorama ideal para que se conserven los fragmentos de la arquitectura moderna de mediados del siglo XX que aún existen, sobre todo para proteger a la Facultad de Ingeniería Civil, que es la dependencia más conservada.

“El proyecto ‘Puesta en valor’ designó un Área de Patrimonio en la Facultad de Derecho y Criminología y sería bueno extender este programa a otras facultades”, externó la joven egresada de la Licenciatura en Historia por la Facultad de Filosofía y Letras de la UANL.
Otra acción sería extender el conocimiento sobre el valor de este tipo de arquitectura a ciertas dependencias para que sepan lo que conservan sus edificios de cuando fueron construidos originalmente”.
De igual manera, a nivel general en la Máxima Casa de Estudios del Estado, la joven propuso que se elabore un catálogo sobre patrimonio cultural de la institución, para que la comunidad universitaria conozca el valor que tiene la Universidad Autónoma de Nuevo León en cuanto a arquitectura, pintura, escultura, fotografía, entre otras artes.
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