¿Cómo afrontar el retiro deportivo?
Faviola Corvera Velarde, psicóloga del deporte de la Universidad Autónoma de Nuevo León, señala que es fundamental que un atleta, en lugar de preocuparse por el qué va a pasar, debe enfocarse en elaborar un plan de vida para su futuro.
Por: Eduardo Rodríguez Palacios Fotografía: Daniel Zamora
El retiro deportivo es un ciclo del atleta que en algún momento va a llegar, ya sea por una lesión, la edad, un problema familiar o una situación económica, pero en la mayoría de los casos, este tema lo deja de lado, por el miedo de vivir este proceso o por verlo como algo negativo.
Por lo que la psicóloga del deporte de la Universidad Autónoma de Nuevo León Faviola Corvera Velarde advierte que es importante que el atleta, en lugar de preocuparse por lo que vaya a pasar, debe optar por actuar y planear lo que hará en su futuro y establecer objetivos.

La mejor manera de enfrentar este proceso es planearlo, no importa que falte un año o tres para el retiro, porque deben ser conscientes de que pueden llegar a tener una lesión y dejar el deporte. Y aquí toma relevancia el establecimiento de objetivos, ya que sin ellos se deja la motivación de lado".
La visualización de un futuro catastrófico
Preguntas como ¿qué voy a hacer después? o ¿qué va a pasar con mi vida? son algunas de las interrogantes que empiezan a rondar por la mente de los deportistas cuando se acerca el retiro, por lo que aparece el estrés, la tristeza y la ira.
“En el atleta comienzan a aparecer estos pensamientos negativos y se empiezan a imaginar o visualizar en un futuro catastrófico por no tener un plan de vida a futuro”, puntualiza Corvera Velarde.

Si estos problemas no son tratados puede aparecer el insomnio que alterará su sueño, la modificación en la alimentación, la aparición de conductas como el enojo y, en casos más graves, la depresión, que desencadenaría el consumo de alcohol u otras sustancias.
En esta situación la gente más cercana al deportista, como son sus entrenadores, compañeros y la familia, empiezan a preocuparse por él, pero muchas veces los atletas no son conscientes de que estos factores los están afectando en su vida diaria”.
Enfocarse en un plan de vida
Si el entrenador logra identificar que ciertos deportistas presentan los síntomas o conductas mencionados anteriormente, es importante que se acerque a ellos y en primera instancia los comprenda, para que posteriormente los canalice con un psicólogo del deporte.
“Es fundamental que el psicólogo deportivo trabaje en un plan de vida sobre alguna actividad de interés, y aunque el atleta se llegue a retirar de la práctica deportiva, es bueno que siga en contacto o vinculado con el deporte de alguna forma”, recomienda la especialista de la Máxima Casa de Estudios.

El psicólogo deportivo no brinda una opinión o recomendación sobre qué opción les conviene más, sino que les brinda una gama de opciones, dependiendo de sus habilidades y, con base en ello, ellos toman la decisión.
En el caso de los atletas universitarios, muchas veces se plantean si se siguen dedicando al deporte porque les brinda oportunidades académicas o eligen sus prácticas profesionales en la Universidad para continuar con su profesión.
“Hay que dejar claro que el atleta es el que toma la decisión, porque nosotros como psicólogos somos solamente un apoyo o una guía para ellos”, refiere.
Algo importante que se plantea en una sesión psicológica es que el atleta tenga claro cuáles con las ventajas y desventajas de seguir o dejar el deporte, para posteriormente continuar con el establecimiento de dos objetivos: los deportivos y los de vida.
Yo hago énfasis en qué es lo que está haciendo el deportista hoy y qué quiere más adelante. Por ejemplo, si el atleta quiere continuar en el deporte para asistir a otra Universiada, pero se está dedicando exclusivamente a la escuela, entonces no está coincidiendo lo que está haciendo con lo que él quiere, son las expectativas y las realidades”.
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