Comunidades indígenas enfrentan al coronavirus con carencias
Un estudio de la UANL señala que el rezago histórico que viven los pueblos indígenas hoy repercute en el grado de letalidad que registran por el COVID-19. Aunque son más vulnerables, no reciben la misma atención que la población no indígena.
En México, cerca de 500 mil personas han enfermado de COVID-19 y más de 50 mil han fallecido a causa de este virus. Aunque esta situación preocupa a la sociedad entera, hay un grupo vulnerable que no está recibiendo la misma atención que el resto: la población indígena.
Aunque Nuevo León se reconoce como un estado sin población indígena, hay 659 mil 338 personas que viven en hogares de este tipo, donde se siguen las costumbres de esta comunidad.
Así lo muestran los resultados preliminares de una investigación sobre el impacto del coronavirus en la población indígena que dirigen los doctores María de Jesús Ávila Sánchez y José Alfredo Jáuregui, del Instituto de Investigaciones Sociales de la Universidad Autónoma de Nuevo León.
En el Día Internacional de los Pueblos Indígenas, el 9 de agosto, la Organización de las Naciones Unidas lo conmemora bajo el lema “COVID-19 y la resiliencia de los pueblos indígenas”.
Según el estudio del IINSO que toma como base los datos epidemiológicos de la Secretaría de Salud, al 2 de agosto del 2020 había 5 mil 413 personas indígenas infectadas por el COVID-19, de las cuales 800 murieron por el virus.
Se estima una tasa nacional de letalidad del 16.8 por ciento de indígenas por el virus frente a un 11.8 por ciento de la población no indígena.
COVID-19 en población indígena
42%
mujeres
58%
hombres
48 años
media nacional
Una comunidad vulnerable
Aunque la tasa de letalidad a nivel nacional muestra una diferencia de cinco puntos porcentuales, en algunas entidades como Oaxaca, Tabasco, Estado de México y Puebla la tasa de letalidad en la población indígena alcanza cifras de hasta el 31.6 por ciento.
En Nuevo León, la tasa de letalidad de la población indígena es del 7 por ciento, mientras que de la población no indígena la tasa de letalidad es del 3.7 por ciento.
Además, mientras que el 36 por ciento de los indígenas en el Estado necesitan hospitalización, la necesidad de atención especializada por la afectación del virus solo se da en el 17 por ciento de la población no indígena.
En su página oficial, la Organización de las Naciones Unidas dio a conocer el 6 de agosto que los pobres e indígenas tienen más probabilidad de morir si se enferman de COVID-19 ante la falta de acceso a la salud universal.
“Realmente hay grupos que hablan incluso de un nuevo genocidio de las poblaciones indígenas. Y si vemos las tasas de letalidad, que son de hasta el 31 por ciento en algunas entidades, sí podríamos estar hablando de una situación en que, si no revertimos el estado de las cosas, estas poblaciones van a ser severamente diezmadas”, señaló la investigadora de la UANL María de Jesús Ávila Sánchez.
No estamos atendiendo especificidades, lo que está llegando al resto de la población no está llegando a la población indígena. Por lo menos debería haber un piso parejo donde también deberían estarse presentando las mismas cifras. Sí se están dejando de atender las especificidades de la población indígena”.
COVID-19 visibiliza rezago histórico
Para la investigadora social Ávila Sánchez, la situación que se vive con la población indígena tras la llegada del nuevo coronavirus vuelve evidente el rezago histórico de esta comunidad.
“Es muy difícil pensar que haya dentro de esta situación oportunidades para revertir el rezago en que están las poblaciones indígenas. Definitivamente su panorama es todavía más adverso.
“Lo importante sería ver cómo mitigar, cómo contener, cómo buscar; si ya tenemos identificados o visibilizamos que hay ciertos espacios donde son más vulnerables, hacer un llamado a las autoridades para generar políticas específicas en estos grupos poblacionales para ver qué está pasando, por qué se nos están muriendo tres veces más que el resto de la población”, propuso.
Causas del mayor impacto del COVID-19 en la población indígena
- Falta de acceso a servicios de salud de primer nivel.
- Barreras culturales que impiden el acceso a servicios básicos.
- Mal estado nutricional debido a la inseguridad alimentaria que padecen las comunidades.
- Presencia de comorbilidades crónicas como hipertensión, diabetes y obesidad.
- Comunidades de alta y muy alta marginación (87%) que no tienen disponibilidad del agua.
- Falta de información sobre el virus.
- Falta de traductores en centros de salud para atender a la población indígena.
Pese a que en mayo se lanzó una Guía para la atención de pueblos indígenas y afromexicano ante el COVID-19, por parte del Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas, la desinformación los lleva a no recibir la atención médica necesaria.
“Algo bueno se está haciendo para contener la tasa de letalidad en la población en general, pero qué se está dejando de hacer o qué no estamos haciendo para que la tasa de letalidad de la población indígena sea el doble o del triple”, puntualizó Ávila Sánchez.
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Por: Gabriela Ortiz y Blanca Medina Viezca