Ven necesarios cambios globales y locales para mejorar alimentación
Edna Nava, investigadora de la FASPYN de la UANL, sostiene que, a fin de cumplir el objetivo del Día mundial de la alimentación, de no dejar a nadie atrás, es imperativo realizar cambios en la producción de los alimentos y en su consumo personal.
Debido a la crisis mundial, la mayoría de las personas se enfrenta a una serie de obstáculos para poder tener una vida saludable, por lo que este Día mundial de la alimentación, especialistas universitarios brindaron un informe detallado del presente y futuro de la salud alimentaria.
Para la doctora Edna Judith Nava González, profesora investigadora de la Facultad de Salud Pública y Nutrición, existen vías aparentemente sencillas para poder realizar una alimentación saludable, sin embargo, el contexto mundial ha venido a transformar la salud alimentaria del mundo entero.
Hablar del bien o mal comer es algo complejo, por lo que Nava González presenta un panorama general del presente alimentario, en que se ofrecen soluciones a problemáticas tanto globales como a nivel local.
Millones de personas en todo el mundo no pueden permitirse una alimentación sana, lo que las pone en alto riesgo de inseguridad alimentaria y malnutrición. Pero para poner fin al hambre no se trata solo del suministro, de hecho hoy en día se producen alimentos suficientes para nutrir a la población de todo el planeta".
“El problema radica en el acceso y la disponibilidad de estos alimentos, que son obstaculizados por circunstancias de diversa índole, como la pandemia del COVID-19, los conflictos armados, el cambio climático, la desigualdad social, la subida de precios y las tensiones territoriales. Problemas cuyo efecto dominó es padecido a nivel mundial”, comentó la especialista.
Soluciones globales
La solución a la problemática de la alimentación, acorde con Nava González, requiere de cambios a gran escala, y entre ellos destaca mejorar los sistemas de producción con la idea de impactar en una mejor nutrición.
“Apuntando a tener una mejor producción, podremos tener una mejor nutrición, mejorar el medio ambiente y lograr una vida mejor, ya que podremos transformar los sistemas agroalimentarios e implementar soluciones sostenibles y holísticas que consideren el desarrollo a largo plazo, e inclusive el crecimiento económico”, explicó.
Cambio personal
A la par de estas transformaciones a nivel macro, Edna Judith Nava González, investigadora con Nivel I del Sistema Nacional de Investigadores del CONACYT, menciona que la transformación en la alimentación de las personas a dietas saludables en el futuro requerirá de grandes cambios dietéticos.
Y agrega que este hecho supone, más que duplicar el consumo de alimentos saludables como frutas, verduras y legumbres, una reducción de más del 50 por ciento en el consumo mundial de alimentos menos saludables como los productos fabricados con exceso de azúcares refinados y carnes rojas procesadas.
Además, Nava González sostuvo que, aunado a una dieta cuidadosa, debe realizarse un cambio en el estilo de vida de las personas, de manera que el sedentarismo no sea la regla en el día a día, tal como sucedió durante el confinamiento social causado por la pandemia del COVID-19.
La participación de todos
A partir de estas dos transiciones, la especialista en nutrición de la UANL asegura que para lograr un cambio alimentario a nivel global se requiere de la voluntad de todos a fin de garantizar una alimentación digna y generalizada.
Un mundo sostenible es aquel en el que todos cuentan. Los gobiernos, el sector privado, el mundo académico, la sociedad civil y las personas deben trabajar juntos de manera solidaria para priorizar el derecho de todas las personas a la alimentación, la seguridad alimentaria, la nutrición, la paz y la igualdad".
“Cada uno de nosotros, incluidos los jóvenes, podemos trabajar por un futuro inclusivo y sostenible, mostrando una mayor empatía y amabilidad en nuestras acciones. Todos debemos ser el cambio”, finalizó la experta.
Por: Guillermo Jaramillo