Cumple Profe “Mike” sus sueños en las canchas de la UANL
El entrenador Miguel Ángel Salazar guió al futbol estudiantil de la UANL a numerosos campeonatos gracias a su apoyo tanto en el aspecto táctico como en el psicológico, además de su decidida intención de forjar en los atletas la disciplina, el esfuerzo y la salud física y mental.
Por: Norberto Coronado
El deporte de la UANL se vistió de luto. El entrenador del equipo juvenil de futbol soccer de Tigres y alguna vez auxiliar técnico del equipo mayor Miguel Ángel Salazar Mendoza (1956-2021) falleció el 19 de noviembre.
Psicólogo de profesión, nació en la Ciudad de México pero a los pocos años su familia se mudó a Monterrey. Fue un deportista nato desde su infancia que se aventuró en múltiples disciplinas deportivas y ganó campeonatos infantiles con el prestigiado club de futbol Loma Linda.
Al final de la década del sesenta, su carrera profesional inició en los Jabatos de Nuevo León en la Tercera División y a principios de los setenta defendió los colores de los Cuerudos de Ciudad Victoria en la Segunda División.
Poco tiempo después, la vida y el futbol lo llevaron a priorizar la formación humana de los deportistas desde la banca, inculcándoles disciplina, esfuerzo y salud física y mental.
Esta forma integral de educación lo facultó para ser entrenador infantil en clubes importantes de las ligas amateur del estado, como el Sao Paulo de San Nicolás de los Garza, equipo donde pudo entrenar a los seleccionados nacionales Giovani y Jonathan Dos Santos, así como al ex portero de Rayados de Monterrey Jonathan Orozco, con quienes obtuvo algunos trofeos en competencias nacionales e internacionales.
Llegan los éxitos con la UANL
El Profe “Mike”, como fue conocido en las canchas, egresó en 1983 de la Facultad de Psicología, donde jugó futbol americano con los Jefes y fue campeón del torneo intrauniversitario de futbol.
Con un plantel de Tigres Juvenil lleno de promesas, el entrenador Miguel Ángel Salazar llegó a coronarse como tricampeón de la Copa Chivas y en torneos de gran nivel como la liga PROFUSOC.
Junto con su esposa, Rosario Morales, el entrenador Miguel Ángel Salazar Mendoza tomó una decisión que marcaría su vida profesional como entrenador: se unió a la UANL en el 2001 y, sin saberlo, cambiaría la vida de cientos de estudiantes universitarios que vieron en el Profe “Mike” más que un entrenador, ya que para ellos siempre fue una persona que los escuchó, apoyó y aconsejó en distintos momentos de su adolescencia.
Los triunfos se fueron acumulando y ello le facilitó el camino para convertirse en entrenador del equipo Tigres Juvenil con el propósito de detectar a futuros jugadores para el equipo mayor.
Luego de innumerables resultados como entrenador y de encabezar memorables proezas en las canchas del estado gracias a la formación de grandes escuadras, el Profe “Mike” obtendría su último campeonato en la Liga PROFUSOC en el 2019.
Al paso de los años, como auxiliar técnico del equipo mayor de Tigres, fue campeón en las Universiadas Nacionales del 2001, 2002, 2007 y 2009, además de asistir a la Universiada Mundial 2009 de Belgrado, donde obtuvieron el quinto lugar general, que hasta esa fecha era el mejor lugar obtenido en el futbol por un representativo de México.
“Hoy tuve un sueño”
La motivación a sus jugadores era vital en el esquema de trabajo de Salazar Mendoza. Sin contar que su trabajo en el área de la psicología era muy bien aceptado por los jugadores y evidente en el despliegue que realizaban en toda cancha que pisaban ya que dejaban siempre el alma para defender la playera de su equipo.
“Siempre nos apoyó en los juegos, nos daba palabras de aliento sin importar si hacíamos bien o mal la jugada o cometíamos un error. Sus palabras siempre fueron para motivarnos y definitivamente me quedo con sus palabras fuera de la cancha, siempre al pendiente de nuestro crecimiento”, refiere Éder Arredondo, goleador de Tigres en las Universiadas del 2005 al 2012 y quien hoy es catedrático de la Facultad de Ciencias Químicas.
En el campeonato del 2009 compartí habitación con el Profe Mike y los jugadores Guillermo Mejía y Tirzo Apolinar. Nuestro cuarto era el 536 y en las mañanas siempre nos decía lo mismo: ‘Muchachos, tuve un sueño: que quedábamos campeones’”.
“Jugábamos y decía: ‘Vamos 5, 3, 6”. Entonces se refería así a nosotros en forma especial. Yo era novato y eso me alentaba ya que sabía que él me estaba motivando. Nos inspiraba, nos llenaba de ilusión y fuimos campeones nacionales. Me ayudó muchísimo”, declara Luis Jiménez, egresado de posgrado de la Facultad de Ingeniería Mecánica y Eléctrica.
Infinitas anécdotas de este tenor dan fe de por qué el Profe “Mike” se convirtió en una leyenda en el deporte de la UANL, cuyas acciones y deseos de que sus jugadores no abandonaran sus estudios, fueran jóvenes sanos y cultivaran la disciplina y determinación han sido cumplidos en cientos de universitarios exitosos dentro y fuera de las canchas.
- Lee también: Deja Roberto Gadea un legado azul y oro en la UANL
UANL líder en robótica
