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8 diciembre, 2025

Estrategias para salir indemne ante la palabra

En Sesión Solemne el 11 de septiembre 2025, la Universidad Autónoma de Nuevo León otorgó el Premio a las Artes 2025, categoría Artes Literarias, a Renato Tinajero por su trayectoria, obra y aporte al estudio de la literatura.

Tengo que poder leer el libro de principio a fin sin fisuras, sin que yo me trabe me pierda o confunda y que al final me conmueva. Me tiene que golpear a mí. A mí me da la impresión, después de haber escrito un libro, uno como poeta, si se toma en serio su oficio, no puede salir indemne después de leer un oficio de poesía. Tiene que haber una diferencia señalable de quién eras cuando empezaste a hacer este libro, a quien eras antes. Me transforma, momento en que yo reconozco que ya no soy el que era cuando empecé” Renato Tinajero

Atrás quedaron los días de la infancia repleta de libros en casa de sus padres en Ciudad Victoria. Atrás también se ven, como una fotografía sepia, los días universitarios en la Facultad de Filosofía y Letras; y más cercanos, las horas en que Renato Tinajero atendía como parte el personal administrativo de la Biblioteca Universitaria “Raúl Rangel Frías” UANL.

Distingue UANL a creadores universitarios con Premio a las Artes
Distingue UANL a creadores universitarios con Premio a las Artes

Distinguido con el Premio UANL a las Artes Literarias 2025, José Renato Tinajero Mallozzi (1976, Ciudad Victoria, Tamaulipas) habló con Vida Universitaria sobre sus motivaciones, los encuentros y desencuentros con la palabra, acto que lo llevó a desplazarse de su casa paterna en Tamaulipas hacia las tierras regiomontanas para estudiar humanidades en la Facultad de Filosofía y Letras (FFYL).

De niño, antes de que pudiera formar palabras, Renato fue atraído por las grafías. Las letras le llamaban la atención, se le aparecían por doquier. Algo cambió la mayoría de sus acciones al encontrar las grafías en los lomos de objetos ubicados en anaqueles y repisas de la casa de sus padres: los libros. Esos materiales lo hicieron viajar a la Sultana del Norte.

“Yo hice toda mi vida y todos mis estudios hasta la prepa en Ciudad Victoria, y pues es hasta cierto punto normal que alguien de Tamaulipas se venga a estudiar o a trabajar a Nuevo León, y específicamente al área metropolitana de Monterrey.

“Entonces, buscando opciones de algo que conectara conmigo, pues me puse a escarbar un poco y resulta que había una Facultad de Filosofía y Letras acá en Monterrey. Se dieron las circunstancias familiares propicias para que yo pudiera venir a estudiar y así fue como llegué a Monterrey”, comenta el autor, quien fue propuesto por la Preparatoria 3 de la UANL para ser candidato al Premio UANL a las Artes.

Entre ciudades

La Directora de la Preparatoria 3 UANL, Susana Pérez Trejo, fue quien propuso a Tinajero para ser candidato al galardón universitario porque el autor de Fábulas e historias de estrategas (Premio Bellas Artes de Poesía Aguascalientes 2017) ha sido colaborador de Reforma Siglo XXI, órgano de difusión cultural de esta institución educativa.

Estrategias para salir indemne ante la palabra
Estrategias para salir indemne ante la palabra

En la Prepa 3 le están dando mucho impulso a la literatura; hasta se abrió una sala de lectura en la que han estado invitando autores. Sé que ahí estuvo José Javier Villarreal y Dalina Flores, entonces como que se está tomando muy en serio esto de impulsar la cultura y muy particularmente ese énfasis en lo literario.

Renato Tinajero

Premio UANL a las Artes, Artes Literarias 2025

“Yo además he publicado en la revista Reforma Siglo XXI, la revista de la Prepa 3, y parece que lo que mandé, gustó mucho. Fue un ensayo de investigación inicialmente. Estuve revisando acerca de la relación entre la inteligencia emocional y la creación literaria, cómo se entremezclaban, y de ahí salió una pequeña investigación, lo mandé a Reforma Siglo XXI; luego también mandé trabajo de creación, y pues me fui de alguna manera dando a conocer”, comentó Tinajero en entrevista.

Mucho antes de que Tinajero colaborara con los Vampiros de Prepa 3, la vida tenía otro curso. En el grupo de amigos de la infancia era identificado como el que leía. Su padre se había hecho con una serie de libros en donde los temas variaban y al niño este tipo de “artefactos” no le eran indiferentes. De hecho, aprendió a escribir y leer como autodidacta.

“A mi padre le hizo muy bien ver que yo había aprendido a leer palabras sencillas a través de los lomos de los libros. Me dejaban leer lo que quisiera, aunque había libros con los que batallaba al principio porque no les entendía.

En Tamaulipas alguien le contó que en Monterrey existía una escuela en donde se estudiaba literatura. Durante su breve estancia en la ciudad, visitó tanto la UANL como la UDEM y el Tec de Monterrey. Es hijo de padre ligado al magisterio, la función pública y la masonería, hecho que lo vinculó con las humanidades.

“Como masón, mi padre se involucró mucho también en el conocimiento humanístico, en la filosofía, en la formación clásica. Entonces, pues te diré, no era así como que la gran biblioteca, o sea yo no diría que la casa estaba llena de libros, pero mil libros ya había fácilmente en casa.

De manera que a mí me entra la inquietud por la escritura. Cuando empiezo yo a leer, como que yo ya traía cierta inclinación, yo era en cierto modo proclive a las palabras, a la lectura, a lo literario, porque cuando yo empecé a leer, aquello me llamó mucho la atención”.

Renato Tinajero

Colecciones como El libro de oro de los niños o la mitología griega fascinaron el infante, que al llegar a la adolescencia estaba decidido a escribir. Por este motivo se inscribió a un taller literario sabatino en su natal Ciudad Victoria, recinto al que volvió cada fin de semana a continuar con sus actividades literarias como participante hasta que el taller acabó.

Identidades

Pasaban los semestres en la carrera de Letras de la FFYL en la UANL y Renato no lograba adaptarse. Sería el hecho de ser foráneo o que aún no cursaba propiamente las asignaturas de literatura, que terminó abandonando sus estudios para probar suerte en el Tec de Monterrey, en donde le ofrecieron una beca.

“Me empecé a frustrar. Uno a los 17 años no tiene madurez para tomar decisiones y, sin embargo, en ese momento tiene que tomar las decisiones más importantes de su vida. Todavía estaba en tiempo para hacer el examen de admisión en 1995 y así lo hice. Los resultados fueron tan buenos que me ofrecieron una beca del 95 por ciento que tomé”, comentó el poeta.

Sin embargo, solo duró seis semanas en el Sistema Tec porque la filosofía, el ambiente y todo lo que esto implicaba no lo dejaron satisfecho. Regresó a Ciudad Victoria por un breve periodo, pero ya con la intención de volver a la FFYL de la UANL, pero esta vez a la carrera de Filosofía mientras continuaba asistiendo al taller del maestro José Luis Velarde.

Convencido de que en filosofía había muchos temas para escribir, me matriculé en esa carrera. Éramos seis compañeros, aunque de la mayoría que entramos al principio no egresaron los mismos. Hice mi servicio social en la Biblioteca Magna en donde empecé a ver a toda esta gente de literatura que escribían para Armas y Letras y Vida Universitaria.

Renato Tinajero

“En la biblioteca me contrataron como personal administrativo no docente. Ahí aprendí la importancia de un bibliotecario en apoyo a los investigadores. Me ascendieron a coordinador en temas de calidad. Diseñé servicios de información, gestión de sistemas de calidad y entré de lleno en la promoción cultural”, comentó Tinajero.

Renato confiesa que, a pesar de haber iniciado como narrador, la poesía es el género en que mejor navega contra la corriente del lenguaje. Asegura que el taller de Velarde, en el que se centró en su narrativa, le permitió contar con estructuras sólidas para sostener sus obras poéticas, pues en ello encontró que había un oficio de la escritura: la precisión.

“Ahí me di cuenta por primera vez que había un oficio de la literatura, que no solo era sentarse ahí a escribir lo que te interesaba, sentías o gustaba. Era un oficio que iba más allá de las reglas gramaticales.

“Era un oficio en el que estabas obligado a comunicarte de la mejor manera posible con alguien que es el lector y que espera con lo que tú escribas tener una experiencia memorable de la literatura. Mi maestro Velarde era muy cuidadoso y riguroso en el sentido de que no nos conformáramos con la primera versión del cuento.

“Fue interesante porque a pesar de que a mí lo que me interesaba era escribir poesía o ensayo literario, mi maestro se especializaba en la narrativa. Aunque no nos exigía escribir cuentos, él esperaba que escribiéramos cuentos.

“La escritura del cuento es muy difícil porque no te pueden sobrar y faltar palabras. Desde la primera línea tienes que enganchar al lector. Cada gesto y acontecimiento tiene importancia para la economía interna del relato.

“Esto me ayudó mucho para afinar mi estilo; dado que cuando me decido escribir poesía me propuse hacer que cada elemento del texto, cada objeto, fórmula rítmica tenga un sentido y contribuya a dar unidad al conjunto. Creo que a partir de esta experiencia es muy beneficioso a quienes se estén iniciando en la poesía pasen por ese ejercicio”, sentenció Tinajero.

Sólido y líquido

En 2008, publicó Yorick, su libro de poesía. En 2012 se retiró a home office luego de obtener la beca del FONCA en la especialidad de poesía. El hecho le permitió cuidar de sus hijos y giró el mundo al revés. Su libro Fábulas e historias de estrategas perdió en dos ocasiones el concurso de Bellas Artes, pero venció en la tercera.

Distingue UANL a creadores universitarios con Premio a las Artes
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“El premio (Artes UANL 2025) no va a cambiar mi manera de ser y de escribir. En ese sentido no constituye ese acto de transformación o iluminación que es escribir un libro de poesía. Tiene que ver con cómo puedo yo contribuir a hacer visible el oficio de escritor, hacerlo deseable y abrir camino para otros.

“Fue muy grato para mí saber que este es el primer reconocimiento que la Prepa 3 obtiene en este rubro. Me da gusto para mí que alguien que se formó en la Universidad y se ilusionaba con el certamen Literatura Joven Universitaria obtenga este reconocimiento.

“El premio hace visible ciertas aspiraciones mías y también de la sociedad que decide otorgarle su confianza a la Universidad cuando ésta decide formar escritores con el certamen”, finalizó Tinajero.

José Renato Tinajero Mallozzi (1976, Ciudad Victoria, Tamaulipas)

  • Premio Bellas Artes de Poesía Aguascalientes 2017 por Fábulas e historias de estrategas
  • Premio a las Artes UANL 2025 en la categoría Artes Literarias
  • Colaborador de Casa del Tiempo, El Cuento, Revista Levadura, Punto de Partida
  • Colaborador en la Revista Siglo XXI de la Preparatoria 3 UANL
  • Becario del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes, en la especialidad de poesía, 2012
  • Ganador del concurso de minificciones de la revista El Cuento, en 1997
  • Su obra aparece en las antologías Literatura joven universitaria (uanl, 1997 y 1998), Novísimos cuentos de la República Mexicana (conaculta, 2004), Región sin dónde, vol. 2. Antología de la Poesía Actual de Nuevo León, (Revista de poesía Aullido, 2005), Minificcionistas de El Cuento: Revista de imaginación (Alfonso Pedraza, Ficticia Editorial), 2014
  • Docente en la Facultad de Psicología en la Universidad Metropolitana de Monterrey
  • Tutor virtual para el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey
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Por: Guillermo Jaramillo   Fotografía: Carolina Silva y Efraín Aldama  

 

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