Marco Reyes: el captador de los mejores momentos
Exhiben muestra inédita del fotógrafo escénico Marco Reyes en el Centro de Investigación, Innovación y Desarrollo de las Artes (CEIIDA) de la UANL.
Lo conocían por ser como un fantasma al disparar su cámara durante las funciones de teatro. Era silencioso y “nunca se veía” entre la gente, pero sus fotografías gritaban lo mucho que expresaban los actores en una puesta en escena: emoción, ansiedad, tristeza y felicidad.
“Ladrón de la luz”, del Fondo Marco Reyes, reúne tan solo una muestra de la extensa obra de Reyes como fotógrafo escénico.
“Ladrón de la luz” es una selección del trabajo de 35 años donde se presentan fotografías de escenas teatrales de 12 directores distintos.
La exposición, inaugurada en el Centro de Investigación, Innovación y Desarrollo de las Artes (CEIIDA) de la UANL, comprende 101 imágenes y es la primera exhibición totalmente producida por el centro.
El fotógrafo donó un acervo de fotografía a la UANL, el cual, dijo, aún no se termina de contabilizar en su totalidad, pero hasta ahora comprende alrededor de 15 mil imágenes.

Usualmente, Reyes se negaba a que su trabajo fuese curado para exposiciones, pero esta vez fue diferente.
Domingo Valdivieso Ramos fue el curador del material y afirmó, durante un panel previo a la inauguración, que Reyes es “un fotógrafo escénico con alcances más allá de Nuevo León”.
Además, informaron durante el conversatorio, la exhibición es una muestra inédita, pues nunca se había compilado de esta forma.
Marco no es solamente un fotógrafo; es un actor, pero también es un artista; es un artista visual".
La expresión fotográfica desde la mirada de Reyes
Él está convencido de que la cámara no importa, sino quien está detrás de ella, dijo en entrevista.
Y, ciertamente, sus fotografías comprueban que la mirada es vital: hay imágenes con un acomodo de la luz complejo, pero la esencia del actor se plasma de forma casi inconcebible.

“Es el ojo del que está atrás, no es la cámara”, expresó.
“Para esto te tiene que gustar el teatro, si no te gusta no vas a hacer clic. Es como la comida. Yo encontré de esto una forma de expresión”.
Reyes, quien nunca trabajaba con flash, siempre jugó con la luz disponible del escenario, por más limitada que esta fuese.
Para poder capturar las mejores tomas, Marco Reyes ya conocía las historias, pues iba a los ensayos de las obras teatrales desde meses antes y entablaba una relación con ellos.
Además fotografiaba con una cámara análoga de Nikon, pues era de las más silenciosas; de ahí el desapercibimiento de Reyes en el escenario mientras había función.
Pero para ese silencio, conocer la historia era crucial porque ya tenía la medición de lo que ocurriría. Por ello, Valdivieso Ramos le llama a Reyes un “calculador”.

Durante la inauguración hubo también una reunión y un revivir de viejos recuerdos.
Había actores observándose en las fotografías y replicando las expresiones faciales que ellos mismos emitían en el escenario, pero ahora desde las instalaciones del CEIIDA, años después.
Para Reyes, “los momentos vividos” y el hacer “muchos amigos” es lo primero que viene a su mente cuando observa su trabajo.
Esta parte de su legado, donde abundan memorias, estará disponible en el CEIIDA hasta el 30 de marzo de 2020.
Por: Ian Cavazos Fotografía: José Luis Macías