Radiografía de la escritura femenina en NL
La literatura escrita por mujeres abarca temas que van desde biografías de la época revolucionaria hasta la narrativa de una carne asada en la ciudad. Estos ensayos se encuentran en el libro Tiempos y vidas que habitan la escritura. Estudios críticos sobre la obra de escritoras nuevoleonesas, editado por la Facultad de Filosofía y Letras.
Por: Esperanza Armendáriz Fotografía: Ricardo Rodríguez
Del Centro de Investigaciones Filológicas de la Facultad de Filosofía y Letras (FFYL) surge el libro Tiempos y vidas que habitan la escritura. Estudios críticos sobre la obra de escritoras nuevoleonesas, en el que participan académicos de la facultad y una estudiante del Doctorado en Estudios de la Cultura.
Este trabajo reúne ensayos de nueve investigadores: Beatriz Saavedra Gastélum, Ludivina Cantú Ortiz, Manuel Santiago Herrera, Dalina Flores Hilerio, Lidia Rodríguez, Roberto Kaput Santos González, María Eugenia Flores, Víctor Barrera Enderle y la estudiante de posgrado, Nora Elvia Cruz Camacho.

Cada autor realizó investigaciones en torno a la obra de 10 escritoras, entre ellas hay cuentistas, poetisas, novelistas, ensayistas y biógrafas: Dulce María González, Minerva Margarita Villarreal, Gabriela Torres Olivares, Lucía Yépez, Alejandra Rangel, Patricia Laurent Kullick, Adriana García Roel, Orfa Alarcón, Coral Aguirre y Sara Aguilar Belden de Garza.
Queremos recuperar la historiografía de la literatura escrita por mujeres de nuestra región desde el punto de vista de las críticas literarias contemporáneas. La idea es aportar conocimiento sobre la obra de las autoras para generar y coadyuvar en la comprensión de su obra”.
Asimismo, argumentó que en la publicación hay distintas línea de investigación y diversas lecturas sobre las piezas; aunado a que estos estudios críticos coadyuvan en la difusión de la obra misma y de las autoras.
Minerva Margarita Villarreal, emblema de la escritura de la región
Desde 2014, Ludivina Cantú Ortiz estudia la obra de la maestra Minerva Margarita Villarreal, una poeta icono y emblema en nuestra región. Es la autora más reconocida y premiada por su labor poética.
Villareal, quien fue directora de la Capilla Alfonsina, es estudiada a nivel nacional y en el ámbito internacional, en países como Canadá, España y América del sur, donde se han publicado parte de sus libros y cuenta con estudios críticos.

Estudio su obra desde 2014. Minerva fue maestra de nuestra facultad y cuando le otorgan el premio Sor Juana Inés de la Cruz, me llamó la atención que no pasó nada. Ese día le dije que estudiaría su obra y empezamos a trabajar. Su obra no circula fácilmente.
“Ella me llevó algunos de sus textos; otros los conseguí. Todavía sigo recuperando la obra de Minerva. Pude tener toda su producción; publicamos un libro colectivo con autores de la Universidad y de otras partes del mundo acerca de su vida y obra”, agregó la investigadora.
Este ejercicio es una especie de ir de la mano entre la literatura propiamente como creación y la lectura desde el punto de vista teórico.
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Sara Aguilar Belden de Garza, texto biográfico único
La alumna del Doctorado en Estudios de la Cultura en la FFYL, Nora Elvia Cruz Camacho, estudia la situación de la mujer que escribe autobiografías en la Revolución. Para seguir esa línea de investigación, realizó un ensayo sobre Sara Aguilar Belden de Garza.
Esta autora nació en 1915 y escribe una autobiografía –una obra única- situada en el periodo revolucionario maderista, en donde aborda las pérdidas afectivas y materiales. Nora Elvia Cruz estudia las motivaciones de Belden para generar esta escritura.

Aborda las pérdidas en la Revolución, del espacio femenino, de lo que significa para una mujer en el periodo revolucionario la pérdida de su hogar o la pérdida afectiva, lo que significa para una mujer perder a sus hijos o a su esposo”.
Sara Aguilar Belden escribe lo que ve a su alrededor y lo que sus abuelas le cuentan sobre el significado de esas pérdidas, refiere Cruz Camacho.
“Planteo que ellas estas pérdidas las ven como una especie de heroísmo, del hijo que perdió la vida, de lo que significa moverse, el exilio. Ella habla sobre el exilio de sus padres y cómo ella es llevada por su madre, cuando tenía 15 días de nacida, junto con su familia, al exilio”, explicó.
Cruz Camacho advierte que la escritura no es cualquier cosa “porque una mujer que escribe es porque leyó, pero a parte el ejercicio de escribir es algo muy fuerte y poco frecuente, sobre todo en nuestra región y en el estado, y en esa época aún más”, advirtió.
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La poesía erótica de Lucía Yépez
Lucía Yépez es una poeta que nació en la Ciudad de México en 1941, pero está arraigada en Nuevo León desde hace tres décadas. Para Dalina Flores esta autora es un referente en la poesía del norte del país.
Me interesa la poesía de Lucía Yépez porque es una poesía muy íntima; trabaja un erotismo que oscila entre lo salvaje y lo muy intelectual. En sus poemas vemos esta conjugación de una manera muy sólida. Creo que acercarse a sus poemas es muy divertido.
“Pero por otro lado, también es una poeta muy sensorial y que tiene un erotismo muy intenso, hasta cierto punto explícito, pero sin dejar de ser erotismo, que creo que esa es una diferencia fundamental con otros poetas que manejan estas emociones”, expuso Flores.
Yépez tiene un alto impacto en la cultura porque además es formadora de muchos escritores y tiene una vida cultural muy rica en esta región.

“También ha contribuido mucho a través de sus talleres de sensibilidad literaria que ha dado desde la colonias más marginadas hasta en cualquier lugar. Ha tenido una presencia muy activa en la gestión cultural y promoción de la literatura y es una mujer que ha luchado mucho en la vida cultual de nuestra entidad”, continuó la investigadora.
Lamentablemente a Lucía Yépez no se le ha reconocido tanto, ni por su trabajo en la promoción ni en su obra. “Su primer poema Con cicatrices, pero a salvo, lo publicó en 1997. La Editorial Universitaria hizo la antología de su obra titulada Las palabras no saben morder el polvo que me parece maravillosa y que creo que todo mundo tiene que leer”, concluyó.
Gastronomía en la literatura, Gabriela Torres Olivares
Carne asada (Sabadrink), de Gabriela Torres Olivares, es la narrativa que estudió Manuel Santiago Herrera. El cuento aparece en el libro Enfermario de la escritora regiomontana, y llamó la atención de Herrera porque -en una cuartilla- presenta el ritual de la carne asada en la cultura regia.
Empecé a estudiar la gastronomía pero viendo desde la literatura qué elementos ofrece, como en este caso la cuestión de la conquista, la esclavitud, que va un poco asociada con este parangón que tenemos con los prehispánicos; las costumbres y rituales, ver todos los elementos como algo paralelo”.
Para su tesis del doctorado, estudió a la escritora Margo Glantz, quien incluye en sus textos algunas recetas.
“Comencé a darme cuenta que hay muchas mujeres que están hablando de la gastronomía, pero también de la libertad, la sublevación, el encadenamiento y que cuando ellas empiezan a escribir empiezan a hacerlo desde donde han sido confinadas, que es la cocina, empezando con Rosario Castellanos”, detalló.
"Tiempos y vidas que habitan la escritura. Estudios críticos sobre la obra de escritoras nuevoleonesas".
Autores:
- Beatriz Saavedra Gastélum
- Ludivina Cantú Ortiz
- Nora Elvia Cruz Camacho
- Manuel Santiago Herrera
- Danila Flores Hilerio
- Lidia Rodríguez
- Roberto Kaput Santos González
- María Eugenia Flores
- Víctor Barrera Enderle
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